EL SÍNDROME DE OVARIO POLIQUÍSTICO es la afección endocrina más frecuente en las mujeres en edad reproductiva, es decir, desde la adolescencia hasta la menopausia. Según datos de la Sociedad Americana de Endocrinólogos Clínicos el Síndrome de Ovario Poliquístico afecta al 10% de las mujeres en edad reproductiva, lo que se traduce en casi cinco millones de mujeres afectadas en los Estados Unidos, muchas de ellas sin saber que padecen este problema por falta de un diagnóstico oportuno. En Ecuador no tenemos cifras exactas sobre la frecuencia del Síndrome de Ovario Poliquístico pero por las características étnicas de nuestra población esperamos una frecuencia similar.

¿CÓMO SE MANIFIESTA?

El Síndrome de Ovario Poliquístico se manifiesta de múltiples formas y por eso es que varias especialidades médicas en algún momento pueden atender a estas pacientes. El Síndrome de Ovario Poliquístico tiene múltiples manifestaciones:

Ginecológicas

  • Trastornos menstruales.
  • Ausencia de menstruación.
  • Infertilidad.

Metabólicas

  • Obesidad.
  • Colesterol alto.
  • Triglicéridos altos.
  • Prediabetes.
  • Diabetes.

Dermatológicas

  • Acné.
  • Exceso de vello.

Así como consecuencias emocionales por el efecto de la obesidad, el acné y del exceso de vellos en la imagen corporal de la paciente . Lastimosamente esto mismo ha conducido a diagnóstico y tratamiento fragmentado y a demorar su tratamiento oportuno.

El Síndrome de Ovario Poliquístico tiene consecuencias a corto plazo, que son las que generalmente observa el ginecólogo, como son los trastornos menstruales o la ausencia de menstruaciones. Esto se asocia generalmente a infertilidad por falta de ovulación en caso de que la mujer desee tener hijos. Sin embargo, estos problemas se presentan desde la adolescencia por lo que es común en la consulta especializada en endocrinología ginecológica encontrarnos con adolescentes y mujeres adultas jóvenes con problemas menstruales que no han sido diagnosticados correcta y oportunamente. Existe la creencia entre algunos médicos que los trastornos menstruales son normales en las mujeres jóvenes, lo cual es cierto en el primero o segundo año de inicio de las menstruales, pero si estos trastornos se prolongan por mas tiempo o si desde un comienzo se acompañan de acné, obesidad o exceso de vello requieren un estudio oportuno desde un inicio para evitar a la mujer joven los problemas estéticos, metabólicos y emocionales del Síndrome de Ovario Poliquístico.

Las consecuencias a largo del Síndrome de Ovario Poliquístico son las que generalmente el ginecólogo general no está acostumbrado a manejar y las trata con mayor frecuencia el endocrinólogo general. El Síndrome de Ovario Poliquístico se asocia con un estado de resistencia a la insulina, lo que significa que existe un defecto en el metabolismo de la insulina a nivel periférico que produce manifestaciones metabólicas como son el aumento de los triglicéridos plasmáticos, una disminución del colesterol HDL (colesterol bueno) y alteraciones en el metabolismo de la azúcar. Actualmente está bien establecido que aproximadamente el 10% de las pacientes con Síndrome de Ovario Poliquístico tiene diabetes mellitus no insulinodependiente y casi un 25 a 40% presentan intolerancia a la glucosa (conocida como prediabetes). Esta frecuencia de alteraciones de la azúcar es mas frecuente si la paciente tiene familiares diabéticos. Estas alteraciones se observan con la misma frecuencia en adolescentes y mujeres jóvenes por lo que es importante hacer el diagnóstico de Síndrome de Ovario Poliquístico de una manera oportuna.

Las alteraciones del colesterol y la intolerancia a la azúcar asociada con el sobrepeso y obesidad que afecta al 40% de las pacientes con Síndrome de Ovario Poliquístico, se engloba bajo el término de Síndrome Metabólico, situación que aumenta el riesgo futuro de padecer problemas cardiovasculares como hipertensión arterial sistemas y aumenta la frecuencia de enfermedad cardiovascular.

Las alteraciones menstruales típicas del Síndrome de Ovario Poliquístico, con la descamación irregular del endometrio, son un factor de riesgo para desarrollar en el endometrio lesiones precursoras como son la hiperplasia endometrial o el cáncer de endometrio, por lo que es importante que la mujer con Síndrome de Ovario Poliquístico mantengo un ritmo menstrual regular.

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico de Síndrome de Ovario Poliquístico se hace después de haber descartado otros padecimientos hormonales que producen un cuadro idéntico, como son el hipotiroidismo, la elevación de la prolactina, tumores ováricos y suprarrenales y el Síndrome de Cushing.

Los criterios modernos del Síndrome de Ovario Poliquístico incluyen:

  • Oligo o anovulación.
  • Signos clínicos o bioquímicos de exceso de andrógenos.
  • Ovarios poliquísticos.

Es indispensable que la mujer presenta disfunción ovulatoria, es decir, que ovule menos de 6 a 8 veces al año, lo que se manifiesta con menstruaciones irregulares con intervalos de mas de 35 días o con ausencia de menstruación. Los criterios actuales de este síndrome ahora admiten un tipo de pacientes con menstruaciones regulares pero con manifestaciones de exceso de andrógenos como acné o exceso de vello si es que la ecografía pélvica demuestra la imagen típica de ovario poliquístico.

¿Se puede tener Síndrome de Ovario Poliquístico cuando los ovarios en la ecografía son normales?

Si. Para que un ovario sea poliquístico debe cumplir con varios requisitos. El ovario debe ser mas grande de lo normal y/o presentar mas de 12 folículos antrales en su interior. El término poliquístico no es acertado ya que estos ovarios no tienen un exceso de quistes (que se definen como estructuras de mas de 2 cm) si no mas bien presentan un exceso de folículos, que toda mujer posee, pero en mayor número debido a que no crecen adecuadamente. Por costumbre se les sigue llamando poliquísticos pero esto no es correcto. La imagen ecográfica de ovario poliquístico es mas frecuente mientras mas severo es el cuadro. Por estas razones puede existir el Síndrome de Ovario Poliquístico sin la imagen ecográfica típica, lo que en algunas ocasiones confunde al médico y no se realiza el diagnóstico correcto.